Se va acercando el momento de ver cómo la ropa deportiva recogida (balones, mochilas, camisetas, pantalones, calcetas, etc.) llega a Guinea Ecuatorial. El siguiente paso ha sido su traslado en grandes cajas desde Málaga hasta Valencia.
La jornada comenzó temprano, a las 05 de la mañana, por delante quedaban más de 7 horas de camino.
Tráfico, obras, accidentes y calor, mucho calor, hasta llegar a nuestro destino, el Colegio de religiosas Jesús María “Fernando el Católico”, en pleno centro de Valencia.
En este centro se almacenaba también, desde hacía meses, la radio conseguida por nuestra asociación para la región de Ebibeyín, y es que desde este colegio se envían periódicamente suministros y materiales a Guinea Ecuatorial, ya que llevan muchos años realizando, junto a otros centros católicos, una maravillosa labor misionera y de enseñanza en dicho país.
Una vez en el lugar, y tras contactar con la entidad, nos permitieron acceder al interior del colegio con el vehículo. La hermana Matilde nos esperaba en la puerta, recibiéndonos con los brazos abiertos, por nuestra parte les obsequiamos con unos presentes de agradecimiento. A continuación, y muy amablemente nos hizo un recorrido por las instalaciones, y si el edificio parecía grande por fuera era aún mayor en su interior: grandes campos de deporte, zonas de juegos para los niños, biblioteca, salón de actos, aulas y un bonito comedor donde comían casi 800 alumnos de los más de 1.300 que formaban parte del colegio.
Nuestro Delegado Nacional, Miguel Leopoldo García, y nuestra Delegada de Andalucía, Elena Vega, pudieron sentirse como en casa por la cercanía de la hermana Matilde, de los profesores que se cruzaban en su camino y conversaban con ellos y hasta de los menores que extrovertidos y simpáticos, a la par que curiosos, se acercaban a conocer a aquellos desconocidos que habían entrado en su colegio con un vehículo cargado con cuatro enormes cajas decoradas, según ellos, con unas etiquetas de colores “muy chulas”.
Con pena llegó el momento de la despedida, aún quedaban unas cuantas horas de coche, ya que posteriormente iban a reunirse en Murcia con el padre Nicéforo Obama, el gran responsable de toda aquella aventura africana: radio y equipaciones.
En la agenda queda apuntada la invitación de la cariñosa hermana para volver a visitarles con más tiempo. Será un placer si los compromisos de esta agitada vida que llevamos hoy nos dan alguna tregua.
Nos despedimos del Colegio Jesús María no con un adiós, sino con un agradecido hasta pronto. Gracias a todos por el recibimiento y el trato dispensado y, muy especialmente, a nuestra querida hermana Matilde. Os llevamos en el recuerdo y esperamos volver a veros muy pronto.