POLITEIA ha tenido la oportunidad de compartir este fin de semana, sábado 29 y domingo 30 de abril, con el padre Obama. Como recordarán nuestra asociación entrevistó al sacerdote ecuatoguineano hace casi un año y desde entonces nuestra relación se ha estrechado y no hemos dejado de colaborar. Inicialmente, se consiguió la solicitada radio para la aislada diócesis de Ebibeyín y, posteriormente, y de manera reciente, nos embarcamos en una campaña de recogida de ropa deportiva para los equipos de los colegios católicos de Guinea Ecuatorial; el último reto que nos había lanzado el padre y, que gracias a Dios, hemos vuelto a conseguir con un rotundo éxito.
Por todo ello, y por la amistad que ya nos une con el padre Obama, nos acercamos a Murcia para saludarle en persona tras nuestro paso por Valencia, donde habíamos depositado las cajas con ropa deportiva que, si nada se tuerce, deberá salir a inicios de verano para tierras africanas.
Nuestro Delegado Nacional, Miguel Leopoldo García, y nuestra Delegada de Andalucía, Elena Vega, quisieron nada más llegar participar de la sagrada misa que iba a celebrar nuestro querido sacerdote en la Casa de Ejercicios Sagrado Corazón. Ceremonia entrañable ante un integrado, aunque poco numeroso de personas que finalizaban un intenso retiro espiritual. Nosotros, aunque recién llegados, casi intrusos de su intimidad, fuimos amablemente invitados a compartir con ellos aquellos momentos de privada espiritualidad.
Tras la ceremonia, de sermón cuidado, humano y lleno del carisma del padre Obama, pudimos saludarnos, por fin, cara a cara después de casi un año. Fue un momento muy emotivo que agradecimos todos.
No podemos dejar de recomendar dicho lugar, recogido, hermoso, con jardines donde meditar, pasear y conectar con Dios y con uno mismo. Un verdadero remanso de paz, donde ángeles en la tierra, como la hermana Manolita, acogen a los huéspedes con una cariño sin igual.
Bastaron unas pocas frases para conectar y sentir su luz y vitalidad arrolladora. Sin duda, una mujer muy especial, enamorada de Andalucía, de su gente y de las playas de Cádiz, donde estuvo como religiosa una década, pero que fueron un suspiro. Personas como ella son las que hacen que uno no pueda evitar desviarse de su camino para acercarse a saludar, algo que prometemos hacer si nuestros pasos nos dirigen cerca de aquellas fértiles tierras.
POLITEIA les hizo entrega de unos presentes al padre y a la hermana como signo de amistad y de reconocimiento por su generosa y desprendida labor. A continuación, en compañía del sacerdote nuestros delegados recorrieron el centro de Murcia, dejándose guiar por un experimentado ecuatoguineano por sus callejas murcianas.
Un día completo, lleno de anécdotas, historias y nuevos proyectos, como la necesidad que tienen de bibliotecas, un lujo en aquellos lares, y donde POLITEIA, nuevamente, tendrá mucho que decir y hacer gracias a la implicación de sus incansables socios.
Esperamos con ilusión la llegada este verano del material que nos han donado nuestros colaboradores con tanto cariño. En cuanto nos lleguen noticias y fotos os las haremos llegar, las alegrías cuando se comparten saben aún mejor. Muchas gracias a todos.